miércoles, 28 de octubre de 2009

HISTORIA DE ROMA







ORIGEN MITOLÓGICO DE ROMA











Existen diferentes versiones sobre el origen de Roma muchas de ellas vinculadas con la mitología romana. La versión mitológica es que Roma fue fundada por Rómulo y Remo, dos hermanos que fueron abandonados cuando eran recién nacidos y amamantados por una loba que los crió (de allí que uno de los símbolos de Roma es una loba). Según la leyenda eran hijos de una sacerdotisa y del Dios Marte. Antes de que nacieran su abuelo Numitor recibió el trono de la ciudad de Alba Longa, fundada según la leyenda por los sobrevivientes de la destrucción de Troya. Su hermano Amulius recibió el manejo del cuantioso tesoro de la ciudad procedente de Troya. Este al tener los recursos financieros tuvo mayor poder efectivo, destronando a su hermano. Amulius temía que la hija de Numitor Rea Silvia tuviera hijos que desafiaran su poder, entonces la proclamo virgen vestal, por lo tanto estaba consagrada al celibato. Igualmente la mujer quedo embarazada. Amulius ordeno matarla como indicaba el castigo y matar a los bebes, pero el encargado de ejecutar la tarea tuvo remordimiento y dejo a los bebes flotando en una canasta en el río Tiber. Los bebes fueron protegidos por la diosa Tibernius y lograron llegar a salvo a una orilla, donde allí fueron amamantados por la famosa loba. Luego de un tiempo según la leyenda los encontró un pastor y los crió. A medida que fueron creciendo Rómulo y Remo se hicieron conocidos en el Lacio por sus aventuras, sus actos de nobleza y su liderazgo. Luego lograron reponer a su abuelo Numitor en el trono y como no querían vivir como simples ciudadanos partieron a fundar su propia ciudad, Roma, llevando consigo a aventureros, esclavos fugitivos, etcétera. Al poco tiempo de fundar Roma en 753 AC, Rómulo asesino a su hermano Remo por una tontería, cruzar por el lugar donde se habrían de encontrar las murallas de la ciudad aun no construidas, pero demarcadas.
Otra leyenda sobre los primeros tiempos de Roma es el rapto de las Sabinas. Roma inicialmente se pobló con gente proveniente de Alba Longa así como de personas que huían de otros lados en busca de una segunda oportunidad en la vida, la mayoría hombres. Ante la escasez de mujeres que hacia peligrar el futuro de la ciudad, los romanos secuestraron a las sabinas para hacerlas sus esposas. Esto provoco una guerra con los Sabinos que querían liberar a sus hijas. Comenzaron los combates con resultados fluctuantes, pero cuando estaba por darse la batalla definitiva las sabinas se interpusieron entre sus esposos y sus padres, llegándose finalmente a un acuerdo, uniéndose ambos pueblos y expandiendo así el poder romano.












PERÍODOS EN LOS QUE SE DIVIDE LA HISTORIA DE ROMA


La historia de Roma se divide en tres formas de estado:





- 1. La monarquía 753 a.C - 509 a.C

fue la primera forma política de gobierno de la ciudad.Los orígenes de la monarquía son imprecisos.
Hubo siete reyes: Romulo Numa Pompilio, Anco Marcio, Tarquinio el Soberbio, Tulio Hostilio, Servio Tulio y Tarquino Prisco. De los que cabe destacar:

Tarquino Prisco (616-578 a.C.)
Puede que originario de la ciudad etrusca de Tarquinia. Se convirtió en rey de los latinos, sabinos y etruscos establecidos en torno al Palatino. Después organizaría estos grupos en tres tribus: Ramnes, Tities y Luceres. Poniéndoles el nombre común de romanos. Introduce ritos sagrados, emblemas de poder. Construye el Forum, el Circus maximum, la Cloaca Maxima. Muere víctima de la venganza de los hijos de Anco Marcio. Pero una estratagema de Tanaquil permite que su yerno Servio Tulio, hijo de una esclava, tomase el poder. Es el verdadero fundador de la ciudad a finales del siglo VII a.C., Creó el Senado y el ejército. Organizó las gentes, en maiores y minores, eligió a los patres senatores de ambas y organizó la civitas vetus en términos de jerarquía (primordia civitatis): además debió ser el responsable de la desecación del Foro entre el 625 y el 575 a.C.La tradición asigna a Tarquino la conquista de los Prisci Latini, en el sector oriental del Lacio, conquistó también Fidena, Collatia, Crustumerium, Apiolae al sur, Gabii y Praeneste al norte.

Tarquino el Soberbio (534-510 a.C.)
Último rey de Roma. Reformó el calendario, se dedicó a un templo a Júpiter en el Capitolino y provocó la caída de la Monarquía. Tarquino fue calificado de despotés por Dionisio de Halicarnaso; sin embargo, en su política favorecía a los plebeyos, a los que habría incluido en el senado como conscripti. Según la tradición este rey se mantuvo en el trono por medio de violencias sin fin. Abolió la constitución de su predecesor pero acabó las grandes obras.

Servio Tulio (578-534 a.C.)
Sucesor de Tarquino Prisco. Llevó a cabo grandes reformas políticas, militares y sociales del senado y la organización del ejército centuriado. Según la tradición establece la primera constitución política de Roma y el primer censo, dividiendo la población según la fortuna en clanes para facilitar el reclutamiento del ejército, en cuatro tribus territoriales a las que dió el nombre de las zonas: Collina, Esquilina, Palatina, y Suburana, que a la vez se correspondían con los cuatro extremos de la Urbs (la llamada también Roma quadrata). Aumenta la extensión de la ciudad, encerrando en una nueva muralla el Quirinal , el Esquilo y el Viminal. Muere víctima de un complot organizado por su hija y su yerno.














-2.La Répública. 2. La república 509 a.C-27 a.C

Se inició tras la expulsión del último Rey etrusco.
Destaca: La organización social, las instituciones y la expansión romana.
el pueblo elegía anualmente a dos magistrados, o cónsules. Gracias a esto hubo mayores reformas sociales en favor de los plebeyos.El senado romano se dedicó a una política expansionista que provocó varias guerras, entre ellas las púnicas.


Julio César

Militar y político cuya dictadura puso fin a la República en Roma (Roma, 100 - 44 a. C.). Procedente de una de las más antiguas familias del patriciado romano, los Julios, Cayo Julio César fue educado esmeradamente con maestros griegos.
Julio César pasó una juventud disipada, en la que empezó muy pronto a acercarse al partido político «popular», al cual le unía su relación familiar con Mario. Se ganó el apoyo de la plebe subvencionando fiestas y obras públicas. Y fue acrecentando su prestigio en los diferentes cargos que ocupó.
De regreso a Roma, Julio César consiguió un gran éxito político al reconciliar a los dos líderes rivales, Craso y Pompeyo, a los que unió consigo mismo mediante un acuerdo privado para repartirse el poder formando un triunvirato y así oponerse a los optimates que dominaban el Senado (60).
Al año siguiente, César fue elegido cónsul ; y las medidas que adoptó vinieron a acrecentar su popularidad: repartió lotes de tierra entre veteranos y parados, aumentó los controles sobre los gobernadores provinciales y dio publicidad a las discusiones del Senado. Pero la ambición política de César iba más allá y, buscando la base para obtener un poder personal absoluto, se hizo conceder por cinco años -del 58 al 51- el control de varias provincias (Galia Cisalpina, Narbonense e Iliria).
El triunvirato fue fortalecido por el Convenio de Luca, que aseguraba ventajas para cada uno de sus componentes; pero respondía a un equilibrio inestable, que habría de evolucionar hacia la concentración del poder en una sola mano. Craso murió durante una expedición contra los partos y la rivalidad entre César y Pompeyo no encontró freno una vez muerta Julia, la hija de aquél casada con éste.
Entretanto, César se había lanzado a la conquista del resto de las Galias, que no sólo completó, sino que aseguró lanzando dos expediciones a Britania y otras dos a Germania, cruzando el Rin. Con ello llegó a dominar un vasto territorio, que aportaba a Roma una obra comparable a la de Pompeyo en Oriente.
El prestigio y el poder alcanzados por César preocuparon a Pompeyo, elegido cónsul único en Roma en medio de una situación de caos por las luchas entre mercenarios. Conminado por el Senado a licenciar sus tropas, César prefirió enfrentarse a Pompeyo, a quien el Senado había confiado la defensa de la República como última esperanza de salvaguardar el orden oligárquico tradicional.
Tras pasar el río Rubicón -que marcaba el límite de su jurisdicción-, César inició una guerra civil de tres años (49-46) en la que resultó victorioso: conquistó primero Roma e Italia; luego invadió Hispania; y finalmente se dirigió a Oriente, en donde se había refugiado Pompeyo. Persiguiendo a éste, llegó a Egipto, en donde aprovechó para intervenir en una disputa sucesoria de la familia faraónica, tomando partido en favor de Cleopatra («Guerra Alejandrina», 48-47).
Asesinado Pompeyo en Egipto, César prosiguió la lucha contra sus partidarios. Primero hubo de vencer al rey del Ponto, Pharnaces, en la batalla de Zela, que definió con su famosa sentencia veni, vidi, vici («llegué, vi y vencí»); luego derrotó a los últimos pompeyistas que resistían en África (batalla de Tapso) y a los propios hijos de Pompeyo en Hispania (batalla de Munda, cerca de Córdoba). Vencedor en tan larga guerra civil, César acalló a los descontentos repartiendo dádivas y recompensas durante las celebraciones que organizó en Roma por la victoria.
Una vez dueño de la situación, César acumuló cargos y honores que fortalecieran su poder personal: cónsul por diez años, prefecto de las costumbres, jefe supremo del ejército, pontífice máximo (sumo sacerdote), dictador perpetuo y emperador con derecho de transmisión hereditaria, si bien rechazó la diadema real que le ofreció Marco Antonio. El Senado fue reducido a un mero consejo del príncipe. Estableció así una dictadura militar disimulada por la apariencia de acumulación de magistraturas civiles.
Julio César murió asesinado en una conjura dirigida por Casio y Bruto, que le impidió completar sus reformas; no obstante, dejó terminadas algunas, como el cambio del calendario (que se mantuvo hasta el siglo XVI), una nueva ley municipal que concedía mayor autonomía a las ciudades o el reasentamiento como agricultores de las masas italianas proletarizadas; todo apuntaba a transformar Roma de la ciudad-estado que había sido en cabeza de un imperio que abarcara la práctica totalidad del mundo conocido, al tiempo que se transformaba su vieja constitución oligárquica por una monarquía autoritaria de tintes populistas; dicha obra sería completada por su sobrino-nieto y sucesor, Octavio Augusto.


Marco Tulio Cicerón (106 a.C-43 a.C.)
Orador, político y filósofo latino. Perteneciente a una familia plebeya de rango ecuestre, desde muy joven se trasladó a Roma, donde asistió a lecciones de famosos oradores y jurisconsultos y, finalizada la guerra civil (82 a.C.), inició su carrera de abogado, para convertirse pronto en uno de los más famosos de Roma.
Posteriormente, se embarcó rumbo a Grecia con el objetivo de continuar su formación filosófica y política. Abierto a todas las tendencias, fue discípulo del epicúreo Fedro y del estoico Diodoto, siguió lecciones en la Academia y fue a encontrar a Rodas al maestro de la oratoria, Molón de Rodas, y al estoico Posidonio.
De vuelta en Roma, prosiguió su carrera política, y en el lapso de trece años consiguió las más altas distinciones. Empezó como cuestor en Sicilia en el 76 a.C., y en el 70 a.C. aceptó defender a los sicilianos oprimidos por el antiguo magistrado Verres, para quien sus alegatos (Verrinaes) supusieron la condena, lo cual lo hizo muy popular entre la plebe y contribuyó a consolidar su fama de abogado.
Decidido partidario del republicanismo, admitía la necesidad de un hombre fuerte para dotar de estabilidad al Estado, figura que reconocía en Pompeyo; sus simpatías por él, sin embargo, no fueron siempre correspondidas.
Su carrera política fue fulgurante: en un año fue elegido edil, en el 66 a.C. pretor, cargo desde el que propulsó un acercamiento entre caballeros y senadores (concordia ordinum), y dos años después obtuvo la elección de cónsul del Senado. Desde esta posición, hizo fracasar la reforma agraria propuesta por Rullo, hizo frente a los populares, liderados por Craso y César, y llevó a cabo una de las batallas más dramáticas y peligrosas de su carrera: su oposición a la conspiración de Catilina.
Derrotado en las elecciones, éste se disponía a promover levantamientos para instaurar una dictadura. Los cuatro discursos (Catilinarias) pronunciados por Cicerón ante el Senado a fin de conseguir la ejecución de los conspiradores constituyen la muestra más célebre de su brillante oratoria, de gran poder emotivo. Sin embargo, su actuación acabó por significarle el exilio años más tarde, cuando Clodio, elegido tribuno de la plebe (58 a.C.) gracias a César, consiguió el reconocimiento de una ley que sancionaba con la pena de muerte a todo ciudadano romano que hubiera hecho ejecutar a otro sin el previo consentimiento del pueblo.
Tras buscar, sin éxito, el apoyo de Pompeyo, Cicerón marchó al exilio. Regresó a Roma apenas un año y medio más tarde, pero para entonces su carrera política estaba prácticamente acabada, situación que pareció hacerse definitiva con la dictadura de César (48-44 a.C.). Sólo cuando éste fue asesinado, Cicerón volvió a la escena política para promover la restauración del régimen republicano. En un principio, mientras Marco Antonio aún no se había afianzado en el cargo, gozó de cierto poder y consiguió la amnistía para los asesinos de César, pero apenas aquél se sintió seguro, Cicerón se encontró con una fuerte resistencia, a la que hizo frente verbalmente con las catorce Filípicas.
En vano intentó entonces aliarse con Octavio, hijo de César, contra Marco Antonio: tras la batalla de Módena, Octavio se reconcilió con Marco Antonio y unió sus fuerzas con las de éste y con el ejército de Lépido para la formación del segundo triunvirato (43 a.C.). Ese mismo año, Cicerón fue apresado y ejecutado.
Formado en las principales escuelas filosóficas de su tiempo, mostró siempre una actitud antidogmática y recogió aspectos de las diversas corrientes. La originalidad de sus obras filosóficas es escasa, aunque con sus sincréticas exposiciones se convirtió en un elemento crucial para la transmisión del pensamiento griego. Al final de su De Republica contrasta su probabilismo con una exaltación religiosa de signo neoplatónico. Como literato, se convirtió en el modelo de la prosa latina clásica, con un estilo equilibrado y de largos y complejos períodos, aunque perfectamente enlazados (De divinatione).

Tiberio Sempronio Graco (162 a.C.-133 a.C .)

Político romano. Hijo del general homónimo. Realizó una brillante carrera militar que abandonó después de ser derrotado por los numantinos (137). Tribuno de la plebe (134), defendió la formación de pequeñas propiedades rurales a través de un proyecto de ley agraria para luchar contra la despoblación originada por el régimen de latifundios (rogatio Sempronia, 133). Pese a la oposición de la nobleza, el proyecto fue aprobado pero poco aplicado. Fue muerto en el curso de un motín junto a un grupo de unos 300 partidarios.




-3.El Imperio

La República se debilitó, y tras el período del dictador Sila, el poder pasó a manos militares. a.C. se produjeron guerras civiles.el poder se repartió entre Julio César, Pompeyo y Craso, primer triunvirato. Dicho período terminó con el asesinato de Julio César en el año 44 a.C.
Nacimiento del Imperio:
Se formó el segundo triunvirato, con Lépido, Marco Antonio y Octavio. Esa época se caracterizó por intrigas y disputas, hasta que en el año 27 a.C., Octavio que había recibido el título de Augusto, se convirtió en el gobernante con mayor poder de la historia de Roma, obtuvo el mando militar, civil y religioso y en el primero de una larga serie de emperadores.
Octavio Augusto ( 63 a. C. - 14 d. C.).

Primer emperador romano. Era sobrino-nieto de Julio César, el cual le adoptó y le designó su heredero. Tras la muerte de César, entabló la lucha contra el que había sido su lugarteniente, Marco Antonio; para ello contó con el apoyo de Cicerón y de los republicanos del Senado, que esperaban dividir a los cesaristas enfrentándoles entre sí; también contó con el apoyo de los grandes financieros (como Mecenas), lo que le permitió costearse un ejército propio.
Tras derrotar a Marco Antonio en la batalla de Módena, exigió del Senado el nombramiento de cónsul; rechazado por su juventud (tenía sólo 20 años), marchó sobre Roma y tomó el poder sin combatir, ya que las legiones enviadas contra él prefirieron apoyarle.

Desde el año 43 a. C., pues, Octavio Augusto fue cónsul y se hizo otorgar poderes extraordinarios. Enfrentado a las resistencia de los republicanos Bruto y Casio, fuertes en Oriente, Octavio decidió aliarse con sus antiguos enemigos Marco Antonio y Lépido (entrevista de Bolonia, 43) y formar con ellos un triunvirato. Comenzó entonces la persecución de los republicanos (en la cual murió Cicerón), que culminó en la batalla de Filippi en Macedonia (42).

Marginado Lépido, Octavio se repartió el poder de hecho con Marco Antonio, dejando a este último la zona oriental, mientras él permanecía en Roma y controlaba la parte occidental. El enfrentamiento entre ambos condujo a la Guerra de Perugia (41), en la que el jefe militar de Octavio Augusto, Agripa, derrotó a los antonianos. La conferencia de Brindisi (40) estableció un nuevo reparto de zonas de influencia entre los triunviros: Octavio dominaba en Occidente; Marco Antonio en un Oriente restringido, que alcanzaba sólo hasta el río Drin (en Albania); Lépido en África; e Italia se consideraba neutralizada bajo el dominio conjunto de los triunviros. El matrimonio entre la hermana de Octavio y Antonio selló la paz, que se mantuvo durante cuatro años.

Además, en el 39 Sexto Pompeyo recibió Sicilia, Cerdeña, Córcega y Acaya, con el compromiso de mantener a Roma abastecida de grano; pero en el 36 Octavio hubo de enfrentarse a Sexto Pompeyo, a quien derrotó en la batalla de Nauloque (Sicilia). El gobierno de Octavio Augusto se hizo popular en Occidente en virtud de su impulso a la agricultura y de la integración de las provincias con Roma.

Mientras tanto, Marco Antonio había sucumbido a la influencia de Cleopatra VII de Egipto y practicaba una política orientalizante, poco propicia a los intereses romanos; Octavio explotó en su favor esta circunstancia, declarando la guerra a Cleopatra en el 32 («Guerra Ptolemaica»). Tras la victoria naval de Actium (31), entró en Alejandría, donde Marco Antonio y Cleopatra se suicidaron (30). Con la anexión de Egipto, Octavio dio a Roma el control sobre todo el Mediterráneo.

Aprovechando su prestigio, Octavio transformó el régimen político de la República romana en una especie de monarquía que recibe los nombres de Principado o Imperio; el nuevo régimen consistía en un equilibrio de poder entre el Senado y el pueblo romano, por un lado, y el emperador y su casa, por otro.

Inicialmente, se hizo renovar cada año el mandato como cónsul en solitario, al cual fue añadiendo nuevos títulos que reafirmaron su poder; princeps senatus (el primero de los senadores) en el 28 a. C.; augustus (título religioso que reflejaba su misión divina) e imperator proconsulare de Galia, Hispania y Siria (lo que le otorgaba el mando militar) en el 27; tribuno vitalicio (con poder de veto sobre las decisiones de los magistrados) en el 23; cónsul vitalicio y prefecto de las costumbres en el 19; gran pontífice (jefe religioso del Imperio) en el 12; y «padre de la patria» en el año 2 a. C.

Si bien rechazó su divinización en vida, Octavio Augusto aprovechó en su favor el culto de los genios, fomentando un culto al emperador que se convirtió en un vínculo adicional entre los habitantes del Imperio. Paralelamente, reformó las instituciones romanas, adaptándolas a la necesidad de gestionar un Imperio tan extenso: creó el Consejo del Príncipe, órgano de gobierno integrado por hombres de su confianza (Agripa, Mecenas.); dividió las provincias en senatoriales (confiadas a un gobernador sin mando militar nombrado por el Senado) e imperiales (gobernadas por un legado del emperador); reorganizó la fiscalidad, sometiéndola a su gestión directa y haciéndola menos gravosa; protegió el culto; favoreció al orden ecuestre frente a la aristocracia senatorial; aseguró los límites del Imperio frente a los partos y a los germanos; y continuó la expansión en la zona del Danubio y el mar Negro. Entre las debilidades de su poder destaca el no tener sucesor (no tuvo hijos varones de sus tres matrimonios); acabó por adoptar a su yerno Tiberio, al cual asoció en el poder desde el 13 d. C., y que le sucedería sin dificultad después de su muerte.
Marco Ulpio Trajano (53 - 117).
Le nombraron cónsul, y Nerva le hizo su hijo adoptivo, y le nombró César, gracias a su carrera militar.Renovó el Senado al nombrar senadores procedentes de las provincias orientales y fue eliminando numerosas tareas que fueron conferidas a la burocracia. Controlaba todas las iniciativas no sólo de carácter estatal sino también provincial y favoreció la asistencia estatal entregando regulares subsidios las familias pobres. Los senadores fueron obligados a comprar tierras en Italia con el fin de introducir nuevos capitales en la economía agraria. Llevó a cabo un intenso programa de infraestructuras tanto para el desplazamiento de las tropas como para el comercio, que se vio favorecido. Puentes, calzadas y canales fueron construidos. La política exterior estuvo enfocada hacia la conquista.
Lucio Anneo Séneca ( 4 a.C. - 65 ).

Calígula lo introdujo en la corte romana, hasta que terminó ocupándose de la educación de Nerón. Cuando Nerón llegó a emperador Séneca fue muy influyente, pero le acusaron de haber hecho un complot contra Nerón, por lo que le obligarón a suicidarse según los dictados estoicistas.